He cortado las amarras
de todos los barcos del puerto,pero no les he dado la libertad.
La libertad es la capacidad de amar
y la facultad de anularla si fuera preciso.
Y yo me duermo escuchando
el orgasmo de las olas,
libre, viendo a los barcos esclavos
alejarse sobre la piel arrugada
del interior de los muslos del mar.
Y dormiré con todas sus anclas
clavadas en mis puños.
Javier Corcobado.
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