"El vértigo es algo diferente del miedo a la caída. El vertigo significa que la profundidad se abre ante nosotros nos atrae, nos seduce, despierta en nosotros el deseo de caer, del cual nos defendemos espantados"
Milan Kundera
Así nos sentimos al enfrentarnos a una obra de Louise Bourgeois. Al contemplar alguna de sus CELLS, el espacio construido por la artista y su iconografía producen una emoción siniestra, pero que no nos resulta ajena. No olvidemos que Bourgeois habla de sí misma, pero del mismo modo nos remite a nuestra identidad, que también esta formada por recuerdos. La diferencia radica en el hecho de que ella revisita los suyos una y otra vez con el fin de dominar sus temores y encontrar su reafirmación. En cierto modo, Louise también siente vértigo.
Dice Louise Bourgeois -"Mis obras son una reconstrucción del pasado. En ellas el pasado se ha vuelto tangible ; pero al mismo tiempo están creadas con el fin de olvidar el pasado, para derrotarlo, para revivirlo en la memoria y posibilitar su olvido."
Toda su producción gira entorno a las emociones provocadas por los recuerdos de su infancia, por ello se ubica en espacios domésticos llenos de objetos que son al mismo tiempo realidad y métafora de aquello que no se puede decir. Louise afirma " Todos los días uno tiene que abandonar su pasado o aceptarlo, y entonces, si no puede aceptarlo, se hace escultor." Tomó esta última opción para superar una niñez que le dolería por el resto de su vida. Concibe la memoria como una forma arquitectura; como resultado suele reducir sus emociones internas y las producidas por su relación con los demás a formas estructurales e imágenes arquetectónicas.
Entramos en unas de sus cells y una vez nos deshacemos de la sensación de ahogo emepezamos a descifrar esos objetos oníricos pero cotidianos que van a ser signos recurrentes: formas corporales esculpidas en cera, desmenbradas porque ella se había sentido rota; las bovinas de hilo como recuerdo de la actividad familiar, como metáfora de protección.Las cells son los recuerdos de su infancia convertidos en estructura simbólica. Cuando casi nos hemos familiarizado con el espacio aparece un espejo. Después de haber contemplado a la artista, nos pide que nos miremos a nosotros mismos. En ese momento se consigue la tensión final en ese recorrido psicoanalítico que nos propone en cada celda.
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