fotos © Niñapajaro
Por fin, estoy de vuelta.
Hace mucho tiempo que no te escribía para contarte una
historia, citarte un autor o simplemente aparecer. Hoy aparezco de nuevo como
cuando miras al cielo y ves volar de nuevo a las golondrinas. Te voy a desvelar
un secreto, que muy poca gente conoce, que tal vez oíste hablar y
jamás te acercaste a conocer.
Ayer en una tranquila tarde de sábado
emprendí camino a él jardín secreto de Madrid, El capricho. El jardín que mandó
construir La Duquesa de Osuna a Jean Baptiste Mulot que venía de trabajar
en los jardines de Versalles. La culta, dulce y exquisita Duquesa soñó un
jardín increíble de un nivel y una calidad impresionante. Al pasear por El
capricho podremos diferencias los tres tipos de jardines que se hallan en la
finca.
El jardín francés con uniformes setos y arboles.
El giardino Italiano
o jardín secreto de una villa italiana
con setos y árboles que crecen de un modo
que protege del sol en verano y en el invierno guarda el calor. Un lugar
perfecto para ocultarse y en la espesa vegetación invitarse a
pensar tranquilamente.
El jardín paisajista inglés
el que toma la mayor extensión y presencia en todo el
parque, aquí la vegetación crece libre e inmensamente. Recorrer sus diferentes
escondidos caminos oscuros y silenciosos es todo un placer, porque mientras
juegas como en un cuento a encontrar espacios más abiertos, descubres la
belleza exuberante de la naturaleza.
El agua es otra protagonista más, donde
encontraras en diferentes puntos del bello jardín.
El
jardín solo puede albergar 1000 visitantes por día y acceder los fines de
semana con el fin de conservarlo y mantenerlo limpio, no se permite la
entrada ni de alimentos, bebidas o bicicletas.
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