foto by niñapajaro.
Transcribo
un Texto de Rosa
Olivares porque plantea
cuestiones que más de una vez he tenido rondandome la cabeza.
Cuestiones que se diseminan a lo largo del texto desde un serio análisis de una
situación real.
Preguntándonos
por ti
"¿Dónde están
todos aquellos artistas que hemos visto alguna vez y que ya no exponen? ¿Qué
fue de aquellos pintores delicados, de aquellos escultores meticulosos? Por no preguntar por
los cientos de jóvenes artistas que desde los años ochenta han envejecido en
silencio, ocultos a los espectadores que hubieran podido disfrutar de su
trabajo. ¿Dónde van los artistas cuando ni las galerías, ni los museos, ni
los comisarios, ni los críticos se acuerdan de ellos? Sólo hay un sitio en el que se les
pueden encontrar: están en sus estudios. Pintando, dibujando, trabajando… Como
siempre. Porque el artista no se acaba porque no se le vea, ni siquiera porque
generaciones enteras de nuevos curators, críticos ansiosos y gestores
culturales ambiciosos no sepan ni que existen, les ignoren desde una ignorancia
increíble, desde un egocentrismo estúpido. Ellos siguen pintando, trabajando…
“más despacio”. Lo que no tiene respuesta es dónde está la curiosidad de todos
aquellos que no se preguntan ni se interesan por lo que ha pasado en este país
en los últimos cuarenta años de arte.
No sé si alguien se ha planteado qué diferente sería hoy la escena artística, qué diferente la estructura galerística y el mercado, si se le hubiera hecho caso, también, al artista español. No digo solamente, no. Sé de sobra, porque lo he vivido, la importancia de abrirse al mundo, de conocer lo que sucedía, lo que sucede en el extranjero, pero, ¿ese descubrimiento tenía que ocultar nuestra realidad, nuestros artistas? Tal vez si hubiéramos construido un mercado nacional que se fortaleciera a sí mismo podríamos haber lanzado planteamientos más ambiciosos… Tal vez si existiera un mercado de artistas accesibles podríamos plantearnos que existe un mercado real, un sustento para un mercado internacional. Pero no, nosotros hemos hecho un órdago a la grande, y al parecer hemos perdido. Son sólo preguntas, pero lo que es una realidad es que en este país, en España, existen excelentes artistas. Y sólo voy a hablar de aquellos que habiendo sido muy reconocidos no han alcanzado el éxtasis de la fama y el reconocimiento institucional, esa gran mayoría que hoy casi no expone, que no tiene medallas ni premios. Aquellos de los que los jóvenes no saben si siguen vivos, ni siquiera qué hacían, ni cuándo ni por qué… cuando esas preguntas son las más fáciles de responder: hacían lo que tenían que hacer, siempre y porque sencillamente era lo que tenían que hacer; no podían negarse a su propia condición de artistas. Hoy, cuando me encuentro con alguno de ellos, porque coincidimos o porque les pedimos alguna colaboración para nuestra revista FLUOR (en la que recuperamos los grandes valores españoles aunque nadie se acuerde de ellos, o tal vez casi nadie), cuando vienen a la redacción y hablamos con ellos, todos –jóvenes y menos jóvenes– nos quedamos impresionados por la inteligencia, la elegancia, el saber, la capacidad de poder explicarlo todo con una imagen, el reconocer en ellos, en todos y en cada uno de ellos, al artista. No voy a dar nombres por respeto a los que se me pueden olvidar. Porque seguro que alguien se me olvida, porque seguro que no alcanza este espacio para que entren todos, porque sus nombres flotan en el aire como mariposas que nadie puede atrapar. Y posiblemente ese espacio volátil, libre y hermoso es el lugar ideal para ellos, porque son en definitiva y finalmente, seres libres, independientes, que han podido finalmente ser sólo y nada más que ellos, hacer lo que quieren hacer sin presiones de mercado, de modas, de fama y dinero. Triste, tal vez, pero que nadie piense en el fracaso, sino en el verdadero éxito. Como una vez me dijo un gran artista español: “que no seamos ganadores no significa que seamos perdedores”. "
Del texto destacaría
frases que definen al artista y que en cada una aportó mi análisis :
-Sólo hay un sitio
en el que se les pueden encontrar: están en sus estudios. Pintando, dibujando,
trabajando… Como siempre.
La gente que realmente
tiene algo que contar no puede perder el tiempo en tonterías tiene un tiempo
determinado para esculpier su propio imaginario.
-Hacían
lo que tenían que hacer, siempre y porque sencillamente era lo que tenían que
hacer; no podían negarse a su
propia condición de artistas.
Esta afirmación es de
las más brillantes del texto que también describió el genial poeta alemán Rainer María
Rilke en "Tres cartas a un poeta"
-Son
en definitiva y finalmente, seres libres, independientes, que han podido
finalmente ser sólo y nada más que ellos, hacer lo que quieren hacer sin
presiones de mercado, de modas, de fama y dinero.
Porque ser
independiente es un privilegio de los más fuertes, privilegio que no se enseña
en las escuelas de primaria y secundaria. Y que decir menos en las escuelas de
Arte. Porque parece como una cosa de minorías. La verdadera revolución en este
tiempo es pensar, porque supone el mayor actor de resistencia a lo
establecido. Y la base de todo pensamiento es el conocimiento de nuestra
cultura, de aquellos que la hicieron, la hacen y la harán posible, los creadores de
todos los ámbitos de las artes.
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4 nov 2012
Preguntándonos por ti
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