David Caspar Friedrich
A orillas del Lago Leman , en las inmediaciones de Ginebra en el verano lluvioso y frío de 1816 es la fecha de la legendaria estancia en Villa Diodati de Percy B. Shelley, Mary W. Shelley), Lord Byron y su médico John William
Polidori, durante la cual, tras la lectura de una antología de cuentos de
fantasmas alemanes traducidos al francés, Byron propuso que cada uno de ellos
escribiera un relato.. que dio origen al mito de F....
Tanto por la personalidad de sus
protagonistas como por su relevancia literaria y, sobre todo, por la influencia
que ese verano tendría en la literatura de los años (y siglos)
venideros, resulta de un especial interés poder ver Remando al Viento.
Sin duda al verla podemos comprender, admirar la imaginación y el valor de esos jóvenes
que fueron capaces de bucear en esa zona oscura que todos llevamos dentro y
sacar de ella algunos de los más imborrables mitos modernos: "Frankenstein
o el moderno Prometeo" cuyo título hace referencia al Prometeo
liberado de Shelley y a su vez al clásico Prometeo encadenado,
atribuido a Esquilo.
Remando al viento cuenta los hechos reales de aquella mítica reunión, que escapa de las
fórmulas tan manidas y repetidas hasta la náusea, y que por eso se ha
revalorizado con el transcurso del tiempo.
Es la película dirigida en 1988 por el
cineasta, escritor y poeta Gonzalo Suárez. Podemos apreciar su
perfecta factura tanto de fotografía como de
localizaciones espléndidas, un estupendo pulso narrativo, de encanto
literario absoluto y fantástico guión que ensambla historia, literatura,
realidad, ficción e imaginación, además de algún problema de ritmo y quizá
excesiva recreación en determinadas tomas o situaciones.Las tomas rodadas en
exterior reflejan la estética romántica como forma de mostrar las firmes
ideales de quienes pertenecían a esta corriente: los planos de la barca
navegando bajo la luz de la luna, el mágico jardín de la casa, medio iluminado
medio en penumbra, el castillo al que se dirigen cuando sufren la tempestad,
pero también las imágenes de las anchas playas de fina arena y los mares embravecidos,
de los acantilados de fuertes vientos, de la campiña italiana de prados verdes
bajo la lluvia, o de Venecia, entre edificios de tiempo sustentados en la mágica agua de sus canales.
Se aproxima a con mucha
imaginación a las figuras reales de los personajes , narrando el proceso de
creación de unas de las grandes novelas románticas, una de las más populares e
icónicas de todos los tiempos, Frankenstein, y con un enfoque realmente imaginativo,
la perspectica de una creación literaria que cobra vida hasta el punto de
influir decisivamente en los destinos de quienes han asistido o colaborado en
su nacimiento, surgida del reto de escribir un estremecedor cuento de
terror,propuesto por Byron a la luz de las velas de una noche de tormenta en
Villa Diodati.
Está contada a modo de flash-back por una solitaria Mary que es pasajera de un barco que
surca aguas árticas en busca de la Criatura que ella misma había creado (remedando
así el director el principio y final de la obra literaria, que Mary Shelley
situaba en las heladas superficies árticas) realiza el seguimiento de las vidas
de estos personajes que coincidieron aquella mágica noche y los desgraciados
avatares que les sucedieron a ellos y a quienes los rodearon, y para ello
utiliza como vehículo al monstruo, la Criatura ideada por Mary Shelley, el
Prometeo de su obra (al que por cierto, todo el mundo identifica como
“Frankenstein”, olvidando que éste no es su nombre, sino el de su creador; el
monstruo no tiene nombre) y que parecían estar presagiando, sin darse cuenta,
su propio desgraciado final. De este modo, se nos muestra la Criatura, no como
un espectro o una presencia ajena a los personajes, sino como una proyección de
su propia alma que cobra vida, como un reflejo del lado oscuro de cada uno de
ellos en el espejo de un futuro fatal “Tu respiración es mi respiración”, dice
el monstruo, la Criatura
interpretada es más cercana en su caracterización al monstruo descrito en la
obra literaria que al recreado con
cicatrices y tornillos en la película clásica.
Post dedicado a mi abuelo materno Fernando Salán y mi abuelo paterno Fernando Bravo , ellos me enseñaron a amar y comprender la literatura. De mi abuelo paterno aprendí a admirar y leer a los poetas Rilke, Machado, San Juan de la Cruz entre los más destacados y de mi abuelo materno pude conocer la obra de Lorca, Goethe, Byron, Bertolt Brecht y mary Shelley. Me hubiera encantado haber sido mayor, cuando por suerte me tocaron por familia, porque si ya en su momento tuve conversaciones increíbles con ellos , no imagino las que nos quedaron por el camino.
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